Este sábado hablé con Pablo, un granjero de Aguaviva al que, como
consecuencia de la construcción de la presa del Bergantes, le van a
expropiar varias hectáreas de tierra que usa para gestionar los purines
que se producen en su granja. Pablo necesita la tierra para poder
trabajar, igual que su hermano, a quien la afección de la zona de
inundación de la presa le deja sin tierras y sin su explotación
ganadera.
Esto es lo que me iba contando el sábado Pablo, que está en contra de
la obra, al igual que la mayoría de los aguavivanos.Y así estaba,
hablando de sus granjas, de sus tierras… cuando Pablo pasó a hablarme
delrío Bergantes, el “riu menut” como le llaman los aguavivanos en
contraposición al Guadalope. Y fue entonces, cuando Pablo dijo que “nos
dejan sin nuestro río”, cuando a este granjero se le quebró la voz y se
le terminaron las palabras. Fue un silencio largo y doloroso, un
silencio mojado por lágrimas, recuerdos y sentimientos.
Fíjense que Pablo no se emocionó cuando pensó en su granja, en la de su
hermano, en sus tierras, en su futuro, en cómo se las apañará después,
dónde buscará tierras no inundables para seguir criando animales. No, a
Pablo le embargó la emoción cuando habló de su “riu menut”, porque el
Bergantes, sus piedras, sus juncos, sus aguas guardan escondidos los
recuerdos y vivencias de los aguavivanos, sus chiquilladas, sus amores,
sus meriendas, sus tardes de sol y de baño en verano… en fin, su vida.
Les recomiendo visitar este río. Es una experiencia de vida. Hasta que
yo no he estado allí y he escuchado el agua correr, al viento refrescar
los chopos, hasta que no he oído el canto de un pájaro escondido entre
los juncos no he sabido qué querían decirlos aguavivanos cuando claman
“que os quieren quitar el río”. Ahora les entiendo. Y no entiendo cómo
proyectos que cuestan millonadas y llevan cientos de folios de impactos
ambientales y arqueológicos, no incorporan un estudio sobre el impacto
sobre las personas. Quizá porque hay cosas que no se pagan con dinero.
Artículo escrito por Maribel Sancho, periodista de Diario de Teruel.