miércoles, 13 de noviembre de 2013

A tiempo de evitar un error, artículo de opinión

Aguaviva 08/11/2013

Mucho se ha hablado y escrito estos días de la visita a nuestra comarca del presidente de la CHE, Xavier de Pedro, para tratar la cuestión en torno al embalse del Bergantes, y creemos que en algunas ocasiones se ha hecho de manera muy desacertada.

En primer lugar, ni la plataforma “El Bergantes no se toca” ni los vecinos a los que representa estamos en contra de mejorar la seguridad del embalse de Calanda ni la de los pueblos aguas abajo. Todo lo contrario. Desde el comienzo de nuestra actividad hemos hecho énfasis en nuestra preocupación por esa situación y hemos ofrecido nuestra colaboración para trabajar en mejorarla. Es indudable que si hay un problema en la cuenca se ha de actuar, y además hacerlo con celeridad y diligencia. Eso sí, entendemos que estamos a tiempo de evitar un error, de impedir que vuelva a ocurrir lo mismo que pasó años atrás con la presa de Calanda, la construcción de la cual se reveló sólo unos años más tarde como un total desatino por la tipología escogida. Se debe actuar contemplando todas las posibilidades y alternativas, y no en base a una decisión premeditada.

El mensaje tendencioso de la CHE hablando de víctimas mortales es parcial y sesgado, desvirtúa la realidad y no ayuda a clarificar la realidad del problema. La política de grandes presas ha creado una falsa sensación de seguridad aguas abajo de estas infraestructuras que ha llevado a invadir el espacio propio de los ríos, en este caso el del Guadalope. Entre todos debemos velar por la preservación del régimen natural de los ríos que, como el Bergantes, continúan sin regular, y no seguir con esta vetusta idea que acabará por convertir los ríos en canales, totalmente carentes de ecosistemas fluviales. Las Directivas Europeas precisamente abogan por esas actuaciones, centradas en la prevención, protección y preparación de las avenidas y en la recuperación de llanuras aluviales. En definitiva medidas que trabajen con la naturaleza y no contra ella.

Seguimos insistiendo en que hay un proyecto que solucionaría la falta de seguridad de la presa de Calanda, como así lo reconoció la CHE la semana pasada. El nuevo aliviadero de la presa de Calanda es un proyecto redactado, real, y es una cuestión de voluntad política, no técnica, que salga adelante. Esta actuación, complementada con otras medidas no estructurales en la cuenca Bergantes – Guadalope solucionaría también las posibles afecciones aguas abajo, y en lugar de suponer un impacto al medio natural, supondrían una notable mejora. De ello depende también el desarrollo sostenible a largo plazo de nuestra comarca.

¿Por qué no se le explica a la ciudadanía de Alcañiz esta supuesta situación de riesgo y sí se hace a los empresarios? ¿Son un sector representativo de la mayoría de la sociedad bajoaragonesa? ¿O es por otros posibles intereses detrás del proyecto? Si hay un peligro para la población debería ser explicado a todos los agentes sociales sin distinción, ¿o no interesa que se sepa que hay muchos de ellos en contra de esta actuación? ¿Por qué los regantes se pronuncian a favor si en el seno de este colectivo nunca se ha debatido el posicionamiento en cuanto al tema? ¿Por qué no se habla con la misma intensidad de las voces discordantes que hubo en la cita con los alcaldes de la zona? Reiteramos que es tarea de los medios reflejar de una manera elocuente la realidad y se debiera evitar transmitir un mensaje a nuestro juicio excesivamente interesado.

Además, queremos hacer una reflexión abierta. Si el promedio de vida útil de una presa es 55-60 años debido a la erosión mecánica de materiales, la reducción de la capacidad de almacenamiento por la acumulación de limo en la parte inferior y otros problemas técnicos, ¿es la construcción de una presa la mejor actuación posible para paliar los efectos de una avenida de retorno 10.000 años?

Estamos ante la ocasión de salvaguardar un río, el Bergantes, y de recuperar otro, el Guadalope. Aprovechemos esta oportunidad para que, dentro de unos años, no volvamos a lamentarnos del error cometido.


En los medios: