En
los últimos días hemos visto como el río Guadalope aumentaba
considerablemente su caudal, anegando parte de los paseos de la
ribera alcañizana. Según se explica desde la CHE, las últimas
lluvias y la crecida de barrancos y afluentes como el Bergantes han
obligado a desaguar el embalse de Calanda. Al mismo tiempo, surgen
voces diciendo que la única manera de evitar estas crecidas y
garantizar la seguridad de la presa de Calanda es construir una presa
de laminación en el Bergantes. Todo esto coincide en el tiempo con
la catástrofe producida por la crecida del río Ésera en Huesca que
hemos podido ver estos días en los medios de comunicación y con la
entrega de alegaciones contra el proyecto de la presa en el
Bergantes.
En
el proyecto de la presa de Aguaviva figura que para garantizar la
integridad de la presa de Calanda no es suficiente con dejar un
margen de seguridad. Si es así,
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¿Por qué la CHE ha mantenido el último mes el pantano a una media
del 99% de su capacidad, superando el 100% los días anteriores a
desaguar?.
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¿Por qué se ha esperado para desaguar a que llegaran las lluvias y
la correspondiente crecida si, según la Agencia Española de
Meteorología, ya se sabía con una semana de antelación que habría
precipitaciones en esta zona?
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¿Por qué se decide desaguar un caudal que afecta a la ciudad de
Alcañiz, creando alarma social?
La
temporada de riesgo real de riadas es en otoño con la gota fría. En
la última gran riada se registraron en puntos de la cuenca del
Bergantes precipitaciones de 700 litros por metro cuadrado. Estos
días atrás se registraron sólo unos 20 litros por metro cuadrado,
por lo que es evidente que era una cantidad muy fácil de gestionar.
Según
los partes de embalses de la CHE el volumen desembalsado del pantano
de Calanda ha sido superior en estos días al volumen de entrada, con
lo cual la crecida del río a su paso por Alcañiz corresponde a una
decisión humana y no a las lluvias o crecidas del Bergantes y el
Guadalope.
Así
pues, desde la plataforma “El Bergantes no se toca”:
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Pensamos
que, o bien se ha creado una alarma social innecesaria, o bien no se
ha gestionado correctamente el agua embalsada al no mantener los
márgenes de seguridad adecuados.
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Pedimos que se informe a la ciudadanía y, si corresponde, se asuman
responsabilidades.