Este sábado 13 de septiembre los ayuntamientos de Artieda (Zaragoza) y Aguaviva firmarán su hermanamiento y, para conmemorarlo, el Ayuntamiento de Aguaviva con la colaboración de la plataforma 'el Bergantes no se toca' y asociaciones locales, ha preparado un completo programa de actos.
La jornada comenzará al filo del mediodía, cuando la Corporación local recibirá a la delegación que se desplace desde Artieda para, a continuación, visitar varios parajes del río Bergantes. A las 13.30 horas tendrá lugar el Acto Oficial de Hermanamiento y, posteriormente, se celebrará una comida popular para los vecinos de ambos pueblos y todos aquellos que deseen acompañarles en este día tan especial.
Sobre las 17 horas continuará la actividad con la inauguración del 'Parque-Mirador de la Dignidad de los Pueblos', un pequeño y simbólico espacio que el Ayuntamiento de Aguaviva ha acondicionado junto al Puente del Arenal sobre el río Bergantes, muy cerca de la ubicación prevista para la presa que proyecta la Confederación Hidrográfica del Ebro. En él se rendirá homenaje a todos aquellos pueblos que se han visto en una situación similar a la que atraviesa en la actualidad el municipio bajoaragonés. Seguidamente se proyectará en la Casa de Cultura el documental 'Bergantes: lo riu menut', dedicado en especial para que los artiedanos puedan conocer mejor el estado de la problemática. Para redondear y concluir la jornada, los presentes disfrutarán de la actuación de la Ronda de Boltaña a partir de las 19 horas en la Plaza de España.
Este hermanamiento busca simbolizar la solidaridad entre dos pueblos que viven bajo la misma amenaza, la construcción de sendos pantanos que acabarían con la vida de estos municipios, los cuales verían anegado su futuro bajo las aguas embalsadas. Además, se da la circunstancia de cómo desde la Confederación se utiliza en uno y otro caso el argumento de la seguridad según su interés. En el embalse de Yesa, se intenta ocultar el enorme peligro existente por los movimientos de la ladera que provocan las obras del recrecimiento y que recientemente han forzado la expropiación de sus viviendas a decenas de vecinos. Mientras tanto, en el Bergantes se ha intentanto crear una alarma completamente sobredimensionada e injustificada en los pueblos abajo de la presa de Calanda, por los problemas de seguridad de ésta ante eventuales crecidas.