Desde
COAGRET, en relación con la reunión de hoy de la Comisión del Pacto del
Agua, presidida por el ministro Arias Cañete, queremos denunciar una vez
más el engaño que supone el Pacto del Agua,
apostando por una serie de obras con importante contestación social,
algunas de ellas en los tribunales, e incluso con varias sentencias en
contra.
Entendemos
que se deben descartar definitivamente obras como el recrecimiento de
Yesa, afectada por graves problemas de seguridad como muestran los deslizamientos y movimientos de tierra y las afecciones a viviendas en Yesa, el embalse de Biscarrués, por las graves afecciones medioambientales y socioeconómicas, el embalse de Aguaviva, por las importantisimas afecciones a zonas protegidas de Red Natura 2000, y el embalse de Mularroya, con dos sentencias de la Audiencia Nacional y del Supremo en contra.
Para los potenciales beneficiarios de estas obras sería mucho mejor que se adoptaran las alternativas
que venimos proponiendo desde hace años las organizaciones de afectados
y la Fundación Nueva Cultura del Agua. Seguir apostando por estas obras
conflictivas y con unos costes tan elevados conllevará más retrasos en
la satisfacción de sus demandas, y en el caso de que finalmente se
llevaran a cabo, la asunción de unos costes que muy probablemente no
podrán asumir.
Un ejemplo perfecto de ello es el embalse de Mularroya,
paralizado tras dos sentencias de la Audiencia Nacional y el Tribunal
Supremo y con un reciente auto de diciembre de 2013, en el que la
Audiencia Nacional desestimó la petición de la Confederación
Hidrográfica del Ebro para poder continuar las obras por supuestos
problemas de seguridad. Adjuntamos el auto de la Audiencia Nacional en
el que de forma contundente se desestima esta petición.